1 de Mayo – Día Internacional del Trabajo

Cada 1 de Mayo conmemorábamos el día del Trabajo, en reconocimiento al tiempo, esfuerzo que entregamos hombres y mujeres al crecimiento de la familia y al crecimiento y desarrollo del país. También recordamos un grupo de mujeres que entregando sus vidas entre las llamas porque trabajaban encerradas, murieron y reivindicaron el esfuerzo de ser madres y esposas, eran trabajadoras que aportaban a sus familias para vencer las necesidades primarias de la época en que vivían.

En Chile sin embargo, se apodero el fanatismo ideológico y desde políticos a la prensa justificaron el evadir  y destruir todo lo que años de sacrificio, esfuerzo, renuncia a tiempo libre y familiar para formar empresas que con dignidad lograron vencer y salir de la pobreza, ese costo fue el sacrificio que  nuestros abuelos, padres y a nosotros mismos que ya pasamos los cincuenta años hemos pagado por un mejor bienestar.

Desde Padres Objetores  saludamos a los trabajadores de Chile, por su constante esfuerzo pese a la adversidad que lamentablemente por malas políticas se ha detenido su progreso afectando a los trabajadores de menores ingresos que siguen perseverando por el bienestar de sus familias, y en especial por brindar un mejor futuro a sus hijos, hoy amenazados por diferentes corrientes de ideologías nocivas para su natural crecimiento y formación.

Por Francisco Fritis

Historia del Día del Trabajo

Los mártires de Chicago son el origen de la conmemoración del 1 de mayo. Fueron unos obreros líderes sindicalistas de tendencia anarquista que movilizaron a los trabajadores para exigir la reducción de la jornada laboral a ocho horas.

En Estados Unidos, en aquellos años, las jornadas de trabajo se podían extender a 18 horas continuas, siendo que la empresa o patrón eran multados apenas cuando se pasaban de ese límite sin causa justificada.

Los trabajadores, sin embargo, consideraban que esto era injusto, y pedían la reducción a una jornada de ocho horas, en la que el empleado pudiera utilizar el resto de su tiempo en descanso (ocho horas) y en familia, quehaceres y ocio (ocho horas).

Así, pues, en el año 1886, los trabajadores amenazaron con iniciar una huelga si los patronos no accedían a la petición. La huelga inició el día 1 de mayo.

En Chicago, una de las ciudades con mayor masa laboral del país y donde las condiciones de trabajo eran precarias, la huelga se prolongó durante varios días, hubo enfrentamientos entre policía y manifestantes, varios muertos y decenas de heridos.

En la plaza Haymarket de Chicago, el día 4 de mayo, la tensión alcanzó un punto álgido. Un artefacto explosivo estalló, hubo decenas de detenciones y heridos. Entre los detenidos, ocho fueron hallados culpables, y de ellos, cinco fueron a prisión y tres fueron condenados a pena de muerte.

A ellos se los bautizó como los mártires de Chicago, por su sacrificio en la lucha por las reivindicaciones laborales del movimiento obrero. A ellos está dedicado el día primero de mayo.

Finalmente, se logró que los sectores patronales accedieran a implementar la jornada laboral de ocho horas, que perdura hasta hoy en buena parte del mundo occidental

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