¿Qué pasa en la mente de un hombre adulto, que lo tiene todo, y decide pagar por abusar de un menor de edad solo por satisfacción personal?
“La explotación sexual comercial infantil es aquella actividad en que un adulto utiliza a una persona menor de 18 años con propósitos sexuales a cambio de dinero, o algunos “”favores” como amparo o protección”.
“La Explotación sexual en Chile de niños, niñas y adolescentes (ESCNNA) es el abuso extremo de poder del adulto sobre el niño, niña o adolescente”.
“ La ESCNNA es una violación a los derechos humanos que ocurre cuando una persona o un grupo de personas involucran a un niño, niña o adolescente en actividades sexuales , para la satisfacción de los intereses y deseos de otras personas, o de sí mismo, a cambio de una remuneración económica u otro tipo de beneficios o regalías”
” (II Marco para la Acción Contra la Explotación Sexual Comercial de Niñas, Niños y Adolescentes. 2012-2014 Ministerio de Justicia. )
Estos son conceptos que manejan organizaciones como la ONG Raíces, el Estado de Chile a través de un Dcto. Oficial del Ministerio de Justicia y también otros organismos.
El que compra este tipo de servicios es un abusador sexual, porque aprovecha una necesidad del niño, la falta de discernimiento de un menor y que no ha recibido, tal vez, la formación moral de su familia.
En Chile se ha comprobado que existen 3.719 niños explotados, y en un estudio se confirmó que de 499 víctimas entre 7 y 18 años el 84% de los casos corresponde a niñas explotadas, y los clientes son varones en su mayoría.
Una investigación, in situ, en un local de prostitución, en Puerto Montt, se observó cómo hombres mayores pagan los servicios sexuales de niñas vírgenes, entre 12 y 14 años de edad. Con la colaboración de algunos taxistas que se encargan de convencer y motivar a la niña por dinero.
En Temuco existe una plaza donde se exponen mujeres y adolescentes, dedicados al comercio sexual y muchos niños que a cambio de un completo los contratan para practicar el sexo oral. Todos conocen esa situación, la policía también las autoridades, pero nadie se preocupa de hacer algo por esos niños.
Sabemos que en todas las ciudades existen los llamados barrios rojos, donde se practica y se promueve el comercio sexual, sin embargo, no podemos aceptar que se exponga a niños en esas prácticas, eso es un delito y debe ser denunciado y sancionado.
Según la ONG:Raíces: “El consumo de comercio sexual con personas menores de 18 años está sancionado en Chile con una pena de hasta 5 años de cárcel. Lo mismo ocurre con la persona acusada de facilitar o promover el comercio sexual con personas menores de 18 años, aunque si existe habitualidad, la pena puede llegar hasta 20 años de cárcel.
Si esto es así, ¿Por qué este delito no es sancionado como debería ser? Es fácil deducir, el que abusa y explota es alguien que tiene lo que el abusado o explotado no tiene.
Qué pueden hacer los padres al respecto?
Primero:
Denunciar todo acto que conlleve un riesgo de explotación o abuso de un menor. No denunciar es constituirse en cómplice, aunque sea pariente o una persona influyente.
Segundo:
Estar continuamente alerta, por cualquier amenaza de abuso o explotación sexual.
Tercero:
El consejo oportuno y constante a nuestros adolescentes, para que no sean motivados por el dinero u otros favores.
Cuarto:
Procurar, todo lo posible para suplir las necesidades básicas de los hijos.
Quinto:
Observar y controlar las amistades y los contactos en redes sociales.
Sexto:
Enseñarles a reconocer las intenciones de los explotadores, aunque sean personas con autoridad, con influencia económica o espiritual.
Séptimo:
Enseñar a los niños el valor de su cuerpo y el cuidado que deben tener de él, que es más valioso que el dinero y las riquezas.
El recurso superior que puede tener una familia, una ciudad, una nación es contar con la protección de su Creador, Él ha prometido cuidar a los suyos “como a la niña de sus ojos ”Confiar en su protección, crear fe en los niños y jóvenes que serán guardados y protegidos si confían en Él.
Sin embargo, Dios también tiene una sanción para los que hagan daño a uno de sus pequeñitos, aunque lo oculten con sus influencias o dinero, “no hay nada escondido que no habrá de salir a la luz,” Lo dijo Jesucristo, y tendrán que segar lo que han sembrado.
Rogamos que La justicia haga su trabajo, sancionando a los culpables de este delito, sin importar el status social, económico, espiritual del explotador o cargo político.
ROSARIO VILLAMAYOR – JULIO/2020


Somos un conjunto de ciudadanos, padres y madres, que frente a la política estatal de implantación de la ideología de género en la educación chilena, y consientes del derecho originario, natural y constitucional de los padres a ser los primeros educadores de sus hijos, nos unimos para exigir el respeto a este derecho inalienable, por parte del Estado, y de cualquier persona natural o jurídica, que nos lo conculque o incurra en omisiones que signifiquen lo mismo.
Sin duda el comercio sexual de adolescentes es un grave delito que debe ser denunciado. También es importante el rol de los padres, en el sentido de velar y aconsejar a los hijos.
La enseñanza espiritual valórica siempre será oportuna. La Palabra de Dios en el corazón de los hijos es la Fortaleza espiritual más relevante para alejarlos de caminos equivocados.
Bendiciones.
Luis Medina Rodriguez.
Para estos casos de abusos, se debería reestablecer la pena de muerte. Se acaban los delitos, se acaban los PERVERTIDOS.
Pedófilo muerto no abusa. Punto