Fotografías de violentas feministas promotoras del aborto golpeando a palos una piñata con forma de feto, un bebé en formación, avivó la controversia en redes sociales.
Las fotos, que datan de septiembre de 2020, resurgieron en Twitter en las primeras semanas de enero de este año.
Según recoge el diario mexicano “am”, del Grupo Reforma, una de las feministas que participó en el acto realizado en la Alameda Central de Toluca, en el estado de México, dijo que la idea de romper a golpes la piñata con forma de feto “es para que nuestros úteros sean libres, que podamos decidir sobre de ellos y que no haya ningún tipo de criminalización sobre nuestro cuerpo”.
En una publicación realizada en Twitter el 10 de enero de este año, @analiescudero señaló que “las feministas hicieron una piñata en forma de feto humano, para poder golpearlo con un palo”.
“Esta es una ilustración de su nivel de maldad y depravación moral a la que han llegado, y muestra su sed de sangre, violencia, anarquía y deshumanización”, dijo.
La publicación ha sido compartida por más de 1,4 mil usuarios y tiene casi 2 mil “me gusta”.
Entre las respuestas que ha tenido el mensaje de @analiescudero se puede leer que es un “espantoso acto contra seres inocentes” y “ya no se dan cuenta que lo que están haciendo es un ritual de sangre, absolutamente oscuro”.
aciprensa.com

Somos un conjunto de ciudadanos, padres y madres, que frente a la política estatal de implantación de la ideología de género en la educación chilena, y consientes del derecho originario, natural y constitucional de los padres a ser los primeros educadores de sus hijos, nos unimos para exigir el respeto a este derecho inalienable, por parte del Estado, y de cualquier persona natural o jurídica, que nos lo conculque o incurra en omisiones que signifiquen lo mismo.
Estas actitudes no son propias de seres humanos, ni de animales, porque estos últimos no dañan a sus crías, Es una deshumanización que no tiene límite, amparada y apoyada por leyes creadas por mentes cautivas por el mal. Cómo se hace necesario formar a nuestros hijos y nietos con valores y principios para que crezcan más humanizados y más fraternos.