Ernesto Sábato, reconocido escritor argentino, escribió, entre otras obras, EL TÚNEL, una obra que se caracteriza porque expresa la angustia existencial que vive el autor como consecuencia de su soledad e incomunicación con el medio social. Encontramos expresiones del personaje principal, Juan Pablo Castel, como éstas: “A veces creo que nada tiene sentido…”,”Anhelo la esperanza de que una persona me entienda, aunque sea una sola…”, “El mundo es horrible, la muerte al final es reconfortante” “Yo he vivido en el túnel de mi vida ciega, sin amigos, solo odiando a los demás….”
Expresiones desoladoras, que se repiten también en obras como El Pozo del uruguayo Juan Carlos Onetti; en Vida arrepentida de la dominicana Lisa del Jong y tantas más.
Obras que muestran problemas de la existencia del ser humano, personas que sufren de la falta de comprensión, de soledad como consecuencia de la falta de comunicación.
En el caso de El Túnel de E. Sábato el protagonista es un pintor artístico que está exhibiendo sus obras en una exposición en Buenos Aires, Juan Pablo Castel, una persona que está sufriendo una inmensa soledad y, cuando por fin encuentra a una mujer, María Iribarne, que entendió su pintura, la sigue con obsesión para conocerla. Con ella tuvo varios encuentros intensos pero, breves, en los cuales se produce una verdadera comunicación de sentimientos, intereses y motivos para vivir. Se enamora de ella, quien también sufre soledad , pero al enterarse que era casada con un hombre ciego y que a él le era infiel con otra persona no pudo soportarlo y la asesina.
En el transcurso de la obra podemos entender y explicar el nombre del libro, porque presenta, en realidad, dos túneles paralelos, que representan a los personajes principales: Pablo Castel y María Iribarne. Estos túneles están uno al lado del otro, se mueven hacia un mismo sentido, pero entre ellos no hay comunicación, sólo unas pequeñas ventanas , a través de las cuales los protagonistas se van conociendo y se van amando, pero jamás podrán comunicarse , puesto que ambos siguen su rumbo en forma paralela sin poder llegar a un destino común, a un encuentro pleno.
A través de la lectura de esta obra podemos darnos cuenta de la importancia que tiene la comunicación entre los seres humanos, necesitamos compartir parte de ese océano de sentimientos, emociones e ideas que llevamos dentro, lo que no podemos entregar a cualquier persona, pues debe ser alguien con inquietudes semejantes para que se logre la comunicación perfecta, tan anhelada.
El no encontrar a la persona idónea trae frustración, tristeza, una tristeza prolongada que nos puede llevar a la depresión, incluso hasta el suicidio.
Los autores que han escrito obras relacionadas con la incomunicación, la depresión y la soledad, creen en el envilecimiento de la existencia humana y finalmente en la inutilidad de todo intento de comunicación.
Estas novelas manifiestan el estado de ánimo de sus autores. Ernesto Sábato confiesa que: “Los momentos de depresión en mí ocupan la mayor parte de mi existencia”. Y es por eso que la soledad es un tema constante en su obra.
Si aterrizamos este problema de incomunicación a nuestra realidad, tendríamos que aceptar que el origen de muchos problemas de nuestra sociedad, partiendo por la familia, son causados por la ansiedad profunda que provoca la incomunicación.
Podemos afirmar que la comunicación y el apoyo parental es determinante para la vida del ser humano. Si los miembros de una familia no se comunican entre sí, ésta pierde su esencia , puesto que interactuar es conocerse y amarse, y el amor permite proteger responsablemente a los hijos, proveer y encauzarlos convenientemente de acuerdo a sus características, sus habilidades e intereses.
Por lo tanto, si comunicar nuestros anhelos, pensamientos y sentimientos es importante, la comunicación entre padres e hijos es aún más relevante, porque así se van conociendo las cualidades y defectos de cada uno. Por ejemplo, es bueno estar alerta para detectar a tiempo cuándo un hijo está pasando por malos momentos, observarlo, acercarse a él con delicadeza, darle confianza para que abra su corazón, no criticarlo ni apresurarlo a que cambie de actitud, si llora, que el padre o la madre llore con él; que haya empatía, que se sienta escuchado y comprendido, es decir, comunicarse con él; tal vez se está sintiendo solo, o culpable de algo; que valore su existencia, reconocerle sus virtudes.
Uno de los libros que puede ayudar y orientar mucho en estas circunstancias es el libro de los Salmos, hay muchos fragmentos que muestran los estados depresivos de sus autores y que encontraron respuesta a sus necesidades, por ejemplo: “….Con él estaré yo en la angustia”, “Tú eres mi refugio, me guardarás de la angustia, con cánticos de liberación me rodearás”, y muchos más.
Dios también quiere comunicarse con nosotros sus criaturas, y por eso dice: ”He aquí yo estoy a la puerta y llamo, si alguno oye mi voz y abre la puerta cenaré con él y él conmigo” Él no abre la puerta, respeta la voluntad del ser humano, si lo dejamos entrar a nuestra vida nunca más nos sentiremos solos, porque Él nunca se va.
Beth Rivas S. Padres Objetores Chile


Somos un conjunto de ciudadanos, padres y madres, que frente a la política estatal de implantación de la ideología de género en la educación chilena, y consientes del derecho originario, natural y constitucional de los padres a ser los primeros educadores de sus hijos, nos unimos para exigir el respeto a este derecho inalienable, por parte del Estado, y de cualquier persona natural o jurídica, que nos lo conculque o incurra en omisiones que signifiquen lo mismo.
Que tema mas complejo, estamos en la era de las comunicaciones y vivimos en una sociedad que cada vez se comunica menos con los suyos o con quienes esran a su lado, los cuales desaparecen literalmente y prefieren comunicarse o escrubirle a personas que no conocen en las redes sociales, es triste pero es una realudad que evidencio dia a día. Nos hace falta mirarnos a los ojos y conversar directamente con un cafe o un buen mate.
Buen aporte Betzabé!