La Patrística y la Navidad

La Patrística es una de las etapas en que se divide la historia de la Filosofía, pensamiento filosófico cristiano que imperaba en la Edad Media. Entre sus exponentes está San Agustín, Orígenes, San Gregorio de Nisa y muchos otros pensadores.

Para San Gregorio de Nisa la Navidad  es el momento en que “Dios puso su morada en nosotros, en nuestro cuerpo deteriorado y débil, expuesto por doquier al dolor y al sufrimiento,  y lo aplica  al Cosmos todo herido y desfigurado por el pecado.”

El establo navideño representa la tierra maltratada que Cristo quiere reconstruir, estos filósofos afirman que Él vino para dar a la Creación, al Cosmos,  su belleza  y  su  Señorío,    esto es lo que comienza con la Navidad , por eso cantan los ángeles.

La Tierra es restaurada porque se abre a Dios y recibe su verdadera luz, y en la sinfonía de la voluntad humana y la voluntad divina , y en la unificación entre lo alto y lo bajo recupera esa belleza. La Navidad es la fiesta de la creación renovada, por eso hay cantos de alegría en la noche, porque Dios se acordó del hombre.

Para estos filósofos cristianos  en el Establo de Belén el Cielo y la Tierra se tocan, por eso allí se difunde una luz para todos los tiempos, brotando así la alegría, y así nace el canto.

Pedro Lange, resume el pensamiento de la Patrística relacionado con la Navidad de la siguiente manera: “Los acentos patrísticos navideños constituyen un vibrante reclamo a la vida interior, a la sencillez, al encuentro del alma con el gran misterio de Dios hecho hombre”.

 “No puede haber lugar para la tristeza, cuando acaba de nacer la Vida, la misma que acaba con el temor a la muerte, nos infunde la alegría de la eternidad prometida, porque nuestro Señor, destructor del pecado y de la muerte, como no ha encontrado a nadie libre de culpa, ha venido para librarnos. Asumió la naturaleza del género humano para reconciliar al hombre con su Creador, por eso los ángeles cantan llenos de gozo:  ”Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz para los hombres de buena voluntad”

Hoy, más que nunca, necesitamos esa luz que alumbró el pesebre,  esa luz que nos permite ver el camino de la vida verdadera, de la paz y la armonía entre los hombres , que termine con los  odios, los temores y las injusticias,  y que  podamos  derramar amor,  perdón, alegría y generosidad, empezando con nuestros hijos para que ellos vean el amor de Dios y que  la Navidad no sea un acontecimiento cualquiera, sin trascendencia,  sino que  sientan a Jesús naciendo en sus corazones, así encontrarán la felicidad verdadera.

San Agustín lo dijo: “El que tiene a Dios lo tiene todo, el que tiene todo, menos a Dios, no tiene nada” .

1 comentario en “La Patrística y la Navidad”

  1. Importante recordar el espíritu de la Navidad.
    La intención de Dios al enviar a su hijo, no la fiesta.
    Entregar a su hijo a una raza bruta y perdida en el cosmos, es un riesgo para cualquier padre.
    Era la única manera de salvar la humanidad.
    El sacrificio del hijo fue en la cruz, el sacrificio del Padre comenzó, aquí.

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