«Lo esencial es invisible para los ojos» – Enseñanza del Principito por Francisco Fritis

Lo invisible nos ha impactado y percibimos su efecto, y nos obliga nuevamente a volver a lo natural como la sana conversación de sobremesa que antaño se cultivaba en la familia. Por una parte este virus sea natural o inventado, sea por razones políticas, comerciales o de poder nos ha aterrizado en nuestra fragilidad, y nos ha doblegado en la soberbia de creer que estamos por sobre la naturaleza, la cual supuestamente podíamos cambiar a nuestro antojo pese a la evidencia contundente de la ciencia seria empírica , y no de aquella vendida al poder de una industria sin Dios ni moral.

Pero somos esa humanidad adormecida de escuchar cantos de Sirenas, atrapados en las redes su canto hasta que unos micrones de vida bautizados como «CoronaVirus» nos hace volver a nosotros mismos y darnos cuenta que seguimos encadenados en la caverna, y que nuestras parodias de rebeldía síguen siendo animadas por sombras que, tomadas por la realidad nos hacen besar expontaneamente nuestras cadenas.
Por décadas el Hombre ha protestado y combatido por la libertad, esa libertad que llena bocas, satura pensamientos y sueños que la idealizan. Algunas veces perdida en la intemperancia, en el vicio, en la ambición de poder, de lujuria o simplemente sin saber para qué la queremos. Talvez para decir este cuerpo es mío, o yo soy tal como me percibo, total, la omnipotente ONU reconoce hasta hoy 112 «diversidad de sexos», toda una locura. Cierto que SÍ? .

La confusión es grande, crece fomentada, para que el miedo se apodere de la humanidad que presa del terror, de la incertidumbre y confundida, toma los más absurdos caminos. En este estado se alzan los gobiernos y las castas de políticos ideologizados que no perciben el conjunto, sólo ven fracciones que se deslizan hoy más rápidamente a un proceso de desmoramiento de la civilización occidental que comienza a revivir algunos síntomas de una nueva y acelerada Edad Media. El cierre de fronteras por cierto, hoy necesario, es un síntoma del surgimiento de feudos, y los alcaldes hoy en campaña serían los señores feudales que despliegan un discurso en algunos casos muy contradictorio. Hay registro de algunos apoyando a grupos de feministas y sus consignas de aborto libre. Hoy tratan de blanquear sus imágenes o por lo menos tratan de aparecer como los preocupados de la vida de los más débiles e indefensos.
El proceso de descomposición de nuestra sociedad es grande, con roles poco definidos por la carencia de auténticos líderes capaces de postergarse a si mismos, y prescindir de cualquier ideología para beneficiar a la nación que dicen servir.

Por ahora un microscópico virus ha venido a reordenar y poner a los componentes de esta humanidad en concordancia con la naturaleza, la de hombres y mujeres, sin dejar espacio para experimentar con «todes»o «Chikes»
Las noticias informan de una mujer o de un hombre fallecido y no hay espacio para otras opciones.
Por fin estamos volviendo al orden natural.

Francisco Fritis

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