Mi embrión vieron tus ojos….. (Beth Rivas)

Con asombro hemos visto y oído los argumentos que presentan algunos políticos que están a favor del aborto,  para defender una ley que lo autoriza hasta las 14 semanas de gestación.

El doctor Alberto Kornblihtt convenció a los congresistas argentinos afirmando que un embrión no es lo mismo que un ser humano. Él como médico presenta su punto de vista  biológico, que es  sólo una de las áreas de  las que está constituido un ser humano.  El embrión es la etapa inicial del desarrollo de un ser vivo hasta la undécima semana, después se le denomina “feto”. Para este médico no es un niño porque es un ser dependiente de la madre, en su cuidado, protección, alimentación, etc. Por lo tanto no es una persona, independiente, no es un  ser humano, es decir, es una parte del cuerpo de la mujer.

El doctor Ernesto Beruti afirma que, “el conocimiento científico permite afirmar con certeza que la vida humana comienza en el instante de la fertilización del óvulo por el espermatozoide. Al formarse el huevo o cigoto, que es la primera célula ya está presente la información genética, distinta del padre y de la madre.“   Relata también que en su experiencia de 18 años pudo comprobar que las mujeres que  han perdido espontáneamente su embarazo, perdían el embrión, ese embrión tenía todas las características de un ser humano.

Ahora bien, los abortistas se afirman  en la opinión de Kornblihtt,  porque al considerar al embrión o feto como persona, como ser humano estarían incurriendo en una grave falta a los Derechos Humanos, puesto que dos de los 10 derechos Fundamentales del Niño son; El Derecho a la vida y el Derecho a Protección.

Estas dos corrientes están en la línea biológica del ser humano, pero  ya sabemos que un embrión   es más que un puñado de células, es, indiscutiblemente un Ser Vivo y que tiene todas las características de un ser  humano, con todas sus potencialidades, porque  antes de las 14 semanas de gestación ya tiene cerebro,  tiene un corazón palpitante, tiene extremidades, tiene   todos sus órganos que lo identifican como un ser humano, es decir tiene vida, y vida humana.

Un niño que se encuentra  aún en el vientre de su madre está viviendo la etapa inicial  (intrauterina)  para continuar  su desarrollo  hasta que logre su realización plena como persona .

La Convención de los Derechos Humanos establece que “ los derechos humanos son aquellas condiciones instrumentales que le permiten a la persona su realización, derechos que incluyen a toda persona por el simple hecho de su condición humana, para la garantía de una vida digna” Establece1, además, que “El ser humano se reconoce especialmente por el desarrollo y adquisición de elementos que lo hacen único en el reino de los seres vivos, el único que ha podido desarrollar  el raciocinio o el uso de una capacidad mental racional  y  abstracta.” Por lo tanto, interrumpir ese desarrollo es truncar una vida humana, violentarla.

Hasta aquí sólo se han  expuesto planteamientos biológicos y sociales, pero desde el punto de vista de la fe, los cristianos creemos a ciegas lo que dijo el salmista:

“Porque tú formaste mis entrañas, tú me hiciste en el vientre de mi madre…………….mi embrión vieron tus ojos” Salmo 139.  Fuimos formados como parte de los planes de nuestro Creador.

Por lo tanto,  la solución del problema de las madres que no desean tener  hijos , debe ir por otro camino:  mayor prevención y  una  educación sexual  valórica y de calidad. Por qué tendríamos que responsabilizar a un ser indefenso  y violentarlo  que sólo necesita amor y protección.

Padres Objetores  Enero 2021