¿Obedecer a los padres?

    Si hay valores que todos quisiéramos cultivar siempre en nuestros niños es la alegría, la obediencia y el sometimiento s sus padres.

    Estar contento es conformarse con lo que se tiene.  Un niño  pequeño está contento  cuando está satisfecho con lo que sus padres o las circunstancias le pueden dar, sin embargo, es necesario analizar y evaluar cuáles son las cosas o circunstancias que los hace estar contentos y felices.

  En un barrio marginal  se  puede observar a niños jugando en los basurales con elementos como  tarros, botellas,  incluso condones que usan inflándolos como globos, y si los observamos están entretenidos y contentos, porque no conocen las consecuencias sanitarias que podrían tener y no aspiran  a tener otro tipo de juguetes. A los ojos de un adulto consciente del valor del ser humano no es una situación como para estar contento, pero un niño que aún no discierne entre lo bueno y lo malo, lo conveniente o inconveniente ,  entre lo saludable o insalubre puede sentirse feliz en el medio en que está y que le brinda recursos de entretención, aunque esté exponiéndose a peligros o enfermedades .

    Por esas y más razones es que las leyes ponen límites en las edades  de acuerdo a las capacidades para discernir.  Y cuando no hay discernimiento no hay culpabilidad en las cosas malas  o incorrectas que puedan hacer. Por eso existe Mayoría o minoría de edad.  Por ejemplo, esa es la razón para impedir legalmente que los menores de edad conduzcan vehículos motorizados,  tampoco se les debe vender alcohol cuando son   menores de edad, porque se  supone que no están conscientes de los peligros a que se exponen.  No se les puede hacer responsables de lo que hacen, y si hay alguna infracción a la ley son los padres quienes tienen que responder, lo mismo si  están arriesgando su vida o su salud.

 La pregunta es la siguiente, qué criterio se aplicó en el artículo 27 de la Ley de Garantías de los Derechos de la niñez, donde se le otorga al niño la responsabilidad de sus propios actos, sin tomar en cuenta  a los padres,  considerando que por todos  los lados se les está  inculcando rebelarse e ir contra todo lo establecido? No se limita ninguna edad, se deja al azar la evaluación de las etapas de la madurez del niño, porque obviamente cada niño es un ser único e individual, pero quién determina eso? El interés superior del niño? Si es así él va a decidir , no sus padres o quienes están a su cargo.  Hay que considerar que no es el Bien Superior del Niño, que es muy diferente, es el Interés superior, es decir que solo él tendrá la facultad de decidir de acuerdo a sus intereses.

    Los padres seremos siempre quienes tendremos que  responder frente a cualquier acto que cometa  el hijo en que  esté infringiendo alguna ley, porque el niño puede tener derecho a decidir sobre sus actos pero no tiene el deber de hacerse responsable por lo que hace.

   Estas incongruencias no podemos dejarlas pasar por alto, los padres debemos hacer  llegar las razones por las cuales no podemos aceptar que esta ley  de Garantías se promulgue.

    Por de pronto los padres, especialmente los que tienen niños en la primera infancia ,  tenemos que esforzarnos para  enseñarles  a ajustar sus deseos a las circunstancias que vive la familia y desarrollar en ellos   los valores éticos que señalan lo bueno y lo malo, enseñarles a esforzarse y a ser perseverantes y responsables con ellos mismos..  Formar en ellos la pasión por bienes más espirituales , valores artísticos , como  la música, el canto, la pintura, que descubra la belleza en las artes, en las Religión, en conocer el amor de Dios y en saber que son  amados por Él y lo más importante desarrollar en ellos un nivel de confianza y de cariño que los inste a la obediencia a sus padres y a vivir en armonía con ellos aunque existan leyes que les otorgan derechos sobre sus propias vidas.

  Para lograr algún fruto de nuestra enseñanza, nosotros los padres debemos demostrar que se puede vivir contento con lo que tenemos, que no somos presa del consumismo, que compramos y adquirimos lo necesario para satisfacer nuestras necesidades, que no estamos preocupados por lo que adquieren los demás, que no estamos deseando y sufriendo por no estar a la altura de nuestros amigos ,  vecinos o conocidos que se muestran más prósperos y que sabemos elegir lo que escuchamos y vemos.

   Tenemos que enseñar a nuestros niños  que tienen derechos, como a la vida, a la alimentación sana, a educarse, a recibir amor y a dar amor,  y que  si obtienen algo más son personas privilegiadas ,  que han  tenido logros porque se lo han merecido.

   En los tiempos difíciles que estamos viviendo ser austeros es una necesidad, pero esa actitud debemos vivirla con alegría , con sabiduría, con creatividad, para que nuestros niños se desarrollen siempre en un ambiente de armonía y fraternidad para que amen su casa, valoren su hogar, desarrollen el cariño por sus padres para que se les haga más fácil  una obediencia por amor y no por miedo , logrando así un ambiente acogedor y de armonía que nunca quieran quebrantar y que reconozcan la autoridad de sus padres , aceptando que ellos son sus verdaderos protectores  que garantizan su bienestar. 

Padres Objetores

Noviembre 2020

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