En el panteón de los antiguos griegos, Amor se llama Eros, según explica la Organización Internacional Nueva Acrópolis, institución dedicada al estudio de la filosofía y fundada en 1957, en Buenos Aires, por el profesor historiador y filósofo Jorge Angel Livraga Rizzi, y que trabaja en 50 países.
De acuerdo al ensayo de Platón, cada uno de los invitados expone su visión de Eros. La de Platón, transmitida por el discurso de Sócrates, es que el amor no puede ser un dios, sino un ser intermediario. Es que, para él, quien ama quiere algo que no tiene, entonces el amor es una carencia, no siendo ni bueno ni malo, ni bello ni feo, ni sabio ni ignorante, es un poder que se encuentra entre lo divino y lo humano.
Según Nueva Acrópolis, la idea de Sócrates y, sucesivamente, de Platón es que el amor es el camino, el nexo de unión con lo que la humanidad llama “perfecto y divino”. “Sirve de conexión y comunicación que llena el vacío que existe entre lo visible y lo invisible”, explican en la institución sobre el concepto.

Somos un conjunto de ciudadanos, padres y madres, que frente a la política estatal de implantación de la ideología de género en la educación chilena, y consientes del derecho originario, natural y constitucional de los padres a ser los primeros educadores de sus hijos, nos unimos para exigir el respeto a este derecho inalienable, por parte del Estado, y de cualquier persona natural o jurídica, que nos lo conculque o incurra en omisiones que signifiquen lo mismo.