Está pasando en el mundo desde hace décadas, la desaparición de niños, pero en los últimos años este número ha aumentado dramáticamente, lo que es más patente por la popularización de las Redes Sociales que contribuyen con la divulgación de niños desaparecidos y la correspondiente preocupación de padres y vecinos quienes ayudan en la búsqueda, en general con pocos resultados, pero aumentando los cuidados de los hijos.
Es evidente que hay éxitos de policías y organizaciones gubernamentales en la búsqueda y recuperación de niños «perdidos o robados». El destino de estos niños desparecidos en el cualquier parte del mundo es para el tráfico de órganos y prostitución. Redes criminales secuestran a los refugiados, que son forzados a prostituirse o a trabajar en condiciones de esclavitud. También se utiliza a los pequeños para mendigar o para la comisión de delitos por mafias de traficantes que los explotan. Éstos éxitos indican informes de organizaciones especializadas son muy menores y relativos versus al número de denuncias de desapariciones.
Estados Unidos:
Una media de 2.100 niños o jóvenes menores de 17 años desaparecieron cada día en Estados Unidos durante el último año, según datos de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI).
Chile:
En 2017, de las 1.238 personas perdidas, 575 tenían entre cero y 17 años, de ellos 552 fueron ubicadas, y 23 no se logró con su paradero.
España:
13.447 personas están desaparecidas. Y de estos desaparecidos, casi un 80% son jóvenes de entre 13 y 17 años. En los últimos años el número de personas desaparecidas en España ha aumentado vertiginosamente.
Argentina:
En 2017 desaparecieron 653 niños.
Los informes relatan haber encontrado a niños en condiciones absolutamente deplorables y de muy difícil recuperación por el daño psicológico.
El riesgo de ser niño
Por una parte grupos mal llamados progresistas promueven el aborto, es decir el niño condenado a morir antes de nacer, bajo la excusa de que es mi cuerpo, repetida hasta el cansancio por las feministas. Una vez nacido el niño es el objeto de pedófilos través de un movimiento conocido como Minor-attracted person, MAP por las siglas en inglés, que traducido al español significa «Persona atraída por menores». Su objetivo es que la Organización Mundial de la Salud remueva a la pedofilia de su lista de trastornos mentales. Otro peligro es la agenda LGBTIQ que ha entrado de la mano de intelectuales a los programas curriculares en la educación.
Sabemos de los efectos que implica la ESI como la hipersexualización de la niñez y la confusión en la identidad sexual de niños y adolescentes. También hay otro adoctrinamiento, el ideológico partidista que trae consecuencias sociales. La izquierda tiene bastante experiencia y la aplica en la educación desde el Jardín de infancia hasta la universidad.
Vemos que difícil es nacer, pero también que difícil es ser niño en un Mundo que ha perdido la cabeza y corre sin un destino, sin orientación renegando de Principios y Valores; de la Historia y la Tradición; de las Costumbres y de su identidad, de la Fé y las Creencias. La Confusión reina y si nos queda algo por hacer es proteger a la infancia, sin ellos no hay esperanza de futuro.
Francisco Fritis C.

Somos un conjunto de ciudadanos, padres y madres, que frente a la política estatal de implantación de la ideología de género en la educación chilena, y consientes del derecho originario, natural y constitucional de los padres a ser los primeros educadores de sus hijos, nos unimos para exigir el respeto a este derecho inalienable, por parte del Estado, y de cualquier persona natural o jurídica, que nos lo conculque o incurra en omisiones que signifiquen lo mismo.