UN SALUDO AL MAESTRO (En el día del profesor)

     Un Maestro no es solamente un profesional especializado para entregar conocimientos, un verdadero maestro es aquel que entrega su saber, que  forma la personalidad de sus alumnos, que transmite actitudes y valores. No todos los profesores son maestros, esto se logra con esfuerzo y su interacción con el alumno, él estimula el amor y la pasión por el conocimiento, porque está consciente que está formando a una persona crítica, pensante, que sea capaz de sacar sus propias conclusiones, está construyendo a un ciudadano.

     Para lograr sus objetivos debe saber lo importante que es conocer el alma del niño, no solo su aspecto externo, o su comportamiento, porque, como dice El Principito “Sólo con el corazón se puede conocer bien, porque lo esencial es invisible a los ojos, el corazón ve más allá de  las apariencias y permite acceder a la esencia”. Ese es el objetivo más importante de un Maestro, conocer con el corazón y hacer caso omiso a las apariencias. Sembrar valores, esperanzas, fe y no solo conocimiento, debe preocuparse de lo trascendente, de esas necesidades y deseos que yacen escondidos en el fondo del alma de su alumno, anhelos ,  y a veces experiencias de la infancia que no han sido  verbalizadas y que están encubiertas por el tiempo y que, sin embargo están latentes, apareciendo  o asomándose disfrazadas a veces de una conducta muchas veces no deseada.

    La experiencia de ser Maestro se disfruta y también se padece, porque debe hacer su trabajo con responsabilidad y mucha sensibilidad para responder a las demandas del entorno social y cultural. Su norte es formar a una persona que siente, que sufre, que ama y que necesita ser guiada hasta adquirir  su carácter y hacer de ella una persona con valores .

    Es una labor muy sublime y delicada y que el maestro no puede lograrlo  por sí  solo sin la intervención de los padres, puesto que ellos conocen al niño desde antes , sus debilidades y sus fortalezas, un verdadero maestro desarrolla su tarea con ellos, porque cada niño es un individuo diferente, que necesita una atención especial, sobre todo en materias  de contenido sexual,  contenidos que el maestro con sabiduría debe tratar con los padres, considerando sus derechos, sus creencias y sus valores.

    La labor de un maestro ha inspirado a muchos escritores  que han destacado su vocación de servicio y su labor tan importante por el papel que cumple en la sociedad.

    Hoy, que es su día,  queremos rendir un homenaje con la siguiente prosa poética anónima:

    “Maestro: A ti que consagraste tu vida a la mía, a ti, que me diste tu mano para subir un peldaño, A ti que distribuyes tu tiempo para ser mi guía, que te esmeras toda la vida y no solo un año.  ¡Feliz día, Maestro! Gracias por hacer de mi estancia en la escuela no solo un lugar de exámenes o tareas, sino un hogar que me cobija y mi éxito anhela. Sabes llenar mis días lo mismo de amor que de exigencias. Con tu dedicación y entrega orientas mis inquietudes, paciente comprendes cada locura, das sosiego a mis ansias y eres cómplice de mis juegos. A ti, que consagraste tu vida a la mía, a ti, querido Maestro, ¡¡feliz día!! “         ———————–

Padres Objetores Chile

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