Este Proyecto en resumen deja a los niños en manos del Estado, quedan desprotegidos, se desplaza a los padres como garantes, quedando supeditados a obedecer cada una de las imposiciones del Estado respecto a la crianza de nuestros hijos.
Vulnerando el Estado de esta fora la integridad, privacidad e indemnidad de los mismos niños. Disponiendo de ellos, en función de la ideología de turno. Y poniéndolos en contraposición respecto de su familia.
Adjunto carta escrita por una ciudadana, dirigida a los Senadores, buscando se opongan a este proyecto, que hoy sale del Congreso.
Adjunto listado de correos de los Senadores, para que les escriban y podamos impedir que se apruebe esta Ley.
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Buenos días Senador
Junto con saludarlo y esperando se encuentre bien, le escribo con corazón de mamá…
Si usted no ha podido leer en su totalidad el Proyecto de Ley de Sistema de Garantías de los Derechos de la Niñez, Boletín nrº 10.315-18, ni las Conclusiones de la Comisión Mixta, le pido por favor se tome unos minutos y lea mi carta hasta el final. Gracias.
La mayoría de la ciudadanía ignora que este proyecto de ley es una verdadera “reingeniería social” cuyos alcances incidirán en la vida de todos los niños, adolescentes y sus familias; sin distinción.
Hasta la fecha, la familia se ha mantenido fuera de la acción e intromisión del Estado porque siempre se ha entendido que forma parte del terreno de la libertad de cada individuo: de su libertad de pensamiento, enseñanza, credo… y en donde las relaciones afectivas, los lazos de convivencia y el proyecto en común son trazados por sus propios integrantes imprimiéndole un sello único e irrepetible. Sin embargo, de ser aprobada por el Senado, esta ley se transformará en el Pase Verde que autorizará al Estado a regular y determinar el cómo, cuándo, hasta dónde, por y para qué los padres debemos relacionarnos con nuestros propios hijos. Será el Estado -que no conoce a cabalidad al niño o adolescente como lo conocemos sus padres- quien decida su bienestar, determine lo que le es apropiado, regule sus limites y permisos, defina su privacidad e intimidad entre otras muchas atribuciones.
En los últimos días, la opinión pública ha sido testigo del caso de Yanareth -una niña de tan sólo 13 años- que fue secuestrada por un hombre de 42 años quien la contactó a través de RRSS haciéndose pasar por un joven de 15 años. De estar aprobada esta ley, los padres no habrían podido conocer el peligro en el que se encontraba su hija ni aportar los antecedentes con los que la policía logró dar con su paradero… pues bajo esta ley, los padres estarían vulnerando el derecho a la privacidad de la niña al revisar sus redes sociales. Esto podría parecer exagerado pero no lo es precisamente porque esta ley obliga al Estado a garantizar el pleno goce de derecho del niño o adolescente sin limitación alguna.
A mi modo de ver, lo más complejo y dañino de esta ley es que en su espíritu anima una clara y profunda presunción de “mala fe” por parte de los padres quienes, lejos de amar a nuestros hijos y buscar el bien para ellos, su desarrollo y autonomía naturales; seríamos en realidad unos seres perversos cuya finalidad única sería controlarlos, dominarlos, someterlos y anularlos al punto de entorpecerles su crecimiento y normal desarrollo a la adultez. Esta ley siembra “suspicacias” en nuestros hijos que, no tengo duda, se transformarán en una real animadversión de éstos hacia sus padres a quienes verán como sus enemigos; lo que hará imposible que los padres podamos formarlos como ciudadanos de bien para nuestro país.
Los niños y adolescentes tienen derechos, eso no está en duda, pero aún no tienen la madurez para ejercerlos de manera plena; por eso se hace necesario protegerlos hasta que ellos la alcancen. ¿Quién mejor que sus padres podría llevar a cabo esta tarea? Pero esta ley deja a los padres fuera de la ecuación y tengo la certeza que el desplazarnos sólo otorgará a nuestros hijos una total indefensión para ser presa fácil de ideologías, manipulaciones y/o perversiones que los destruirán imposibilitándoles su realización plena como seres humanos, que es en definitiva el deseo de todo padre y madre que ama verdaderamente a sus hijos.
Por todo lo anterior, le pido a usted Senador se abstenga o vote en contra de las modificaciones propuestas por la Comisión Mixta.
No es real que éstas no toquen aspectos valóricos y sean de carácter exclusivamente administrativo o técnico.
Lo mínimo que podemos solicitar como padres es que, en caso de conflicto, tengamos la garantía que serán los tribunales competentes quienes resuelvan y no un ente o funcionario administrativo carente de una preparación adecuada, prestándose esto para abusos e injusticias con consecuencias difíciles de revertir; al igual que con la inmunización forzada.
Proteja a mis hijos y a sus hijos, a mi familia y a su familia también. Protegerlos, es salvaguardar el futuro de nuestra nación.
Sin más que agregar, le saludo atentamente
Francisca Álvarez T.

Somos un conjunto de ciudadanos, padres y madres, que frente a la política estatal de implantación de la ideología de género en la educación chilena, y consientes del derecho originario, natural y constitucional de los padres a ser los primeros educadores de sus hijos, nos unimos para exigir el respeto a este derecho inalienable, por parte del Estado, y de cualquier persona natural o jurídica, que nos lo conculque o incurra en omisiones que signifiquen lo mismo.