DÍA DEL VETERANO DEL 79

El 13 de enero de 1926 se instauró el día del «Veterano de 1879» , como un homenaje a esos 82.000 chilenos (cantineras incluidas) que cuando vieron amenazada a seguridad de Chile, no dudaron un segundo en dejar su familia y su profesión de profesor, jardinero, agricultor, albañil, carpintero, costurera y tantas otras, para vestir el uniforme y partir a la guerra contra el Perú y Bolivia.

Hoy se conmemora un nuevo DÍA DEL VETERANO DEL 79, cuyo mayor líder fue el general Manuel Jesús Baquedano González, cuyo recuerdo y memoria para ellos era sagrado. Era su general, su líder, su padre, quien los guió a la victoria y que hasta su muerte nunca los dejó abandonados, incluso al morir, sus cosas las dejó a sus veteranos, a las viudas y familias de sus soldados.

Nada se dirá sobre esto en Chile, porque nuestra memoria no política no existe y porque se han encargado de hacernos olvidar a quienes realmente les debemos lo que tenemos y que realmente hicieron algo por Chile.

GLORIA AL GENERAL BAQUEDANO Y A SUS VETERANOS DEL 79 hoy y siempre.

Mauricio Pelayo González
Un hombre solo muere cuando se le olvida….

LOS VETERANOS AL FINALIZAR LA GUERRA

Desde la ocupación de Lima el Ejército chileno comenzó paulatinamente a desmovilizar sus fuerzas y, con ello, al mismo tiempo a perder el contacto con los veteranos licenciados. Este proceso de desmovilización general culminó a fines de 1883 con la firma del Tratado de Ancón con Perú.
Muchos hombres regresaron al país para instalarse junto a los suyos, otros optaron por quedarse en el norte, en las más de ciento cuarenta y tres oficinas salitreras, e incluso otros se radicaron en Perú.
Los problemas económicos y sociales más graves los tuvieron aquellos que no pudieron reinsertarse a la fuerza laboral, fundamentalmente porque no contaban con una profesión u oficio, a diferencia de otros que estaban en la categoría de inválidos o lisiados relativos, a los que el Estado chileno les favoreció con una exigua pensión mensual, y que al menos les servía para el sustento básico. Al respecto, según la documentación del Archivo General del Ejército, expresa que 4.081 hombres regresaron inválidos, lo que significó el 10,33% del total de la
tropa movilizada.
Con relación a los que se radicaron en tierras peruanas poco o nada se sabe; un escueto antecedente obtenido de una carta escrita por un grupo de soldados pertenecientes al Batallón Zapadores, mediante la cual hacían presente a los senadores de la República de Chile la existencia de algunos efectivos que habían quedado en la sierra peruana y que pertenecían a las unidades militares desplegadas allí y que se encontraban en el más absoluto abandono, y que, además de describir su penosa situación, solicitaban a los congresistas que les fueran traídos de vuelta a Chile: «Señor, hace ya tres años que andamos fuera de nuestra patria querida andando por lo más desierto del Perú. Aquí nos tienen como por limosnas, nos tienen descalzos, pobres de ropa i sin sueldo.
Muchos de nosotros somos artesanos hemos venido a defender nuestra bandera dejando nuestras familias i a la fecha no hemos vuelto a nuestro hogar.
Esperamos de U.S. nos haga el grandísimo servicio de conseguir con el señor Ministro de Guerra que nos lleven al sur a los pocos que quedamos, esto que le decimos es por la tragedia que estamos pasando.
San José, Abril 16 de 1882″

Extracto tomado del libro:
Héroes del Silencio
Los Veteranos de la Guerra del Pacífico
Autor:
Carlos Méndez Notari
Oficial de Ejército. Profesor de la
Academia Nacional de Estudios
Políticos y Estratégicos (ANEPE) y
de la Escuela Militar. Licenciado en
Educación. Magíster en Historia y
Doctor (c) en Historia de América
Latina por la Universidad de Santiago

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